Vecinos de Núñez denunciaron que la construcción de una torre en Núñez y Arribeños generó daños en las propiedades linderas, como rajaduras, vibraciones, roturas en vigas y hundimientos de suelo.
Según plantean los vecinos, para construir la torre de unos 40 pisos hubo que hacer cimientos a unos 50 metros de profundidad. Esto alteró la napa y el entorno, por eso las repercusiones en propiedades linderas.
En el polígono de Libertador, Nuñez, Juana Azurduy y Grecia hay varias denuncias por daños en las propiedades. Por ejemplo, un comerciante tiene su negocio de mármoles y cerámicas ubicado en la esquina, a pocos metros de la construcción. Ese inmueble ubicado en la ochava sufrió el hundimiento del suelo, el propietario debió apuntalar las vigas del techo y algunas paredes se rajaron.
“Nos dijeron que había peligro de derrumbe, por esto tuve que apuntalar”, expresó el comerciante ante un móvil de A24. “Todos los arreglos que hicimos fue a costa nuestra”, lamentó.
Ante esta situación, se mudó a otro inmueble, a media cuadra. Señala que no es seguro seguir trabajando en esas condiciones.
A pocos metros, otros vecinos sufrieron el agrietamiento de sus propiedades de una forma tal que debieron colocar andamios en ventanas y patios. Incluso en Arribeños al 3500 se registraron grietas en torno a una casilla de gas, con los riesgos que ello implica.
En esta línea, un vecino contó que sufrió la rotura de los caños de gas dentro de su propiedad. “Es una situación muy compleja, sobre todo viviendo con tu familia”, aseguró.
Los ciudadanos reclaman la intervención del Gobierno porteño ante estos problemas comunes, que se profundizan con el correr del tiempo.