La legisladora porteña María Inés Parry (UCR-Evolución) presentó un proyecto para declarar “de Interés Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las actividades de formación artística que se realizan en la Escuela de Teatro de Buenos Aires, creada por el maestro y director, Raúl Serrano”.
La Escuela de Teatro de Buenos Aires es una institución creada hace más de 45 años, por el pedagogo, director, teórico, autor y docente de teatro, Raúl Serrano (1934 – 2023). “La escuela es un espacio emblemático para la formación de actores y actrices de nuestro país, ofreciendo una formación sistemática para el espectáculo. La metodología de trabajo transmitida en esta escuela fue afianzándose con los años y ha formado a varias generaciones de actores y actrices, de nuestro país y del exterior”, introduce la fundamentación del proyecto.
“En el año 2001 se trasladó a Sarandí 760, en el barrio de Balvanera, en la Comuna 3, donde también se edificó el teatro “El Artefacto”, dirigido actualmente por Manuela Serrano Bruzzo, hija de Raúl, y Lourdes Cerdán. En este espacio se han montado obras dirigidas por Raúl Serrano, y actualmente siguen exponiéndose diversas obras y producciones teatrales tanto propias de la escuela como externas. La técnica de enseñanza de esta escuela consiste en la apropiación del método de las acciones físicas de Stanislavsky, desarrollado por Raúl”, se agrega.
“Para la construcción de esta técnica, el pedagogo recibió una vasta formación durante toda su vida, a sus 21 años fue invitado a participar de un festival en Rusia y luego se quedó viviendo en Rumania, Bucarest, durante 10 años, formándose en el Instituto Ion Luca Caragliare. La técnica de Raúl Serrano, con raíces en la Escuela de Teatro de Buenos Aires, a partir de la introducción de un nuevo modelo de actuación en Buenos Aires, a fines de la década del 60, ha tenido una influencia global en la comunidad teatral, siendo utilizada como una herramienta de exploración actoral en diferentes partes del mundo como París, Madrid, Barcelona, Otawa, Ginebra, entre otros”, menciona la fundamentación del texto firmado por Parry.
“Ha aportado una metodología que hoy en día, guía gran parte de la educación teatral. Este modelo de actuación forma parte de la currícula universitaria de arte dramático de hoy en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), y en el pasado de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD). Esta escuela se mantiene, en sus más de 45 años de vida, en una permanente actualización en cuanto a su calidad académica, dando cuenta de todo el trabajo histórico del proceso enseñanza-aprendizaje de actuación, llegando a un momento presente donde la conducción y la dirección están desempañadas por dos mujeres, formadas y preparadas para esta labor. Destacamos el lugar de la mujer en lugares de jerarquía, siendo una de las pocas instituciones en el rubro, donde se observa este fenómeno de protagonismo de la mujer, abandonando roles de segundo plano o menor jerarquía, para pasar a ser el sostén principal de esta institución”, se resalta.
“Se caracteriza principalmente por su alto rigor académico con una técnica clara que permite de alguna manera democratizar el proceso enseñanza-aprendizaje. A consecuencia de esto, cualquier persona puede apropiarse de la técnica siguiendo este método o procedimiento, para alcanzar el objetivo deseado, desempeñarse como actor o actriz, sin necesidad de ser “el elegido”, de estar signado por el talento”, menciona el homenaje parlamentario.
“Sostener un espacio de formación y producción teatral es sumamente importante para nuestra ciudad; el teatro es un espacio de transformación social, en el que se despliegan las diversas capacidades y se satisfacen diferentes necesidades como la participación, la identidad, el afecto, la creatividad, el ocio y la libertad. El arte y la cultura son las formas más auténticas en las que una sociedad puede expresarse. Representan modos de pensamiento, tradiciones, ideologías y hacen a la historia de un pueblo. En este sentido, impulsar iniciativas para fomentarlos es indispensable para el desarrollo de un país. El arte sensibiliza, y los artistas, al ser seres sensibles, crean una mejor sociedad”, finaliza el proyecto de Declaración de Parry.
