El Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires recomendó hoy asesorarse con oftalmólogos antes de la compra de lentes de sol y evitar adquirirlos “en la calle o negocios de venta de mercadería genérica”, para prevenir desde cefaleas hasta queratitis, cataratas y daños en la retina por el uso de lentes de “mala calidad”.
Elegir el lente de sol adecuado para este verano es una decisión que “no se debe tomar a la ligera” si se quieren prevenir afecciones oculares que van desde “cefaleas, queratitis y cataratas o daños en la retina”, indicaron las autoridades del hospital a través de un comunicado.
En este sentido, es recomendable utilizar anteojos de sol “con el asesoramiento y control de un oftalmólogo y así lograr optimizar el resultado “, destacó Luciano Scorsetti de la División Oftalmología del Hospital de Clínicas, quien agregó que “el color de nuestros ojos y la actividad que vamos a realizar con los lentes solares también son importantes a la hora de elegir”.
Al referirse a la “mala calidad” de un anteojo solar, el especialista remarcó que “estamos hablando de la calidad de los filtros ultravioletas que éstos tienen. Hay diferentes grados de filtros ultravioleta para diferentes categorías de exposición a la luz solar, porque no es lo mismo la exposición en una ciudad, una playa o -incluso- en la nieve”.
Los anteojos con filtros de mala calidad “provocan la dilatación de la pupila, que en condiciones de oscuridad se agranda, esta es la puerta de entrada de la luz al ojo. Esto quiere decir que van a estar entrando más rayos ultravioletas y si los filtros no lograr filtrar la luz, lo que provoca es que entren mayor cantidad de rayos y provoquen mayor lesión de la célula de la mácula”, precisó Scorsetti.
De hecho, las diferentes ondas ultravioletas que emana el sol “pueden generar daños directos a la estructura celular, lo que conocemos como maculopatía solar, que es la primera lesión que causan este tipo de lentes”, añadió el profesional.
Entre los síntomas más visibles por la utilización de lentes sin la protección adecuada se encuentra la fotofobia, el lagrimeo, el ojo rojo y sensación de picazón.
Scorsetti también señaló que la utilización de lentes no aptos “a menudo puede ocasionar cefaleas, visión de halos o luces, efecto prismático o distorsión en la vista”.
En tanto, para que el anteojo sea de buena calidad “no necesariamente tiene que ser un anteojo caro”, y una forma de asegurar el control de la calidad es “adquirirlos en lugares habilitados a tal fin, no en la calle ni negocios de venta de mercadería genérica”, subrayó el especialista.
Entre los aspectos a tener en cuenta para elegir lentes de sol, destacó “el color de nuestros ojos”, junto con “la actividad que estemos desarrollando”, ya que no es lo mismo el nivel de filtro solar de un lente de la ciudad, la playa o la nieve, y si llegase a existir alguna patología ocular.
Por último, sostuvo que “los filtros de colores sepia suelen ser una buena opción tanto para ojos claros como oscuros, ya que logran resaltar muy bien los contrastes”.