(Por Ana Clara Pérez Cotten) Con una invitación a valorar el rol y el peso de las instituciones culturales en un contexto marcado por las voces que cuestionan los valores democráticos, se presentó hoy la edición 2024 de la Feria internacional del Libro de Buenos Aires, que tendrá a Lisboa como ciudad invitada bajo la consigna de la “inspiración” y cuya apertura estará a cargo de la cuentista y maestra de escritores Liliana Heker.
El año próximo, la Feria se realizará del jueves 25 de abril al lunes 13 de mayo, las Jornadas profesionales serán del 23 al 25 de abril y la Noche de La Feria tendrá lugar el sábado 27 de abril. La Zona Infantil pasa a llamarse “Zona Infantil Javier Villafañe”, en honor al titiritero, narrador y poeta. Y la Fundación El Libro, consciente de la complejidad de planear un evento multitudinario con los actuales índices de inflación, anunció estrategias comerciales para congelar el precio de los stands y una línea especial de financiación en las compras durante las Jornadas Profesionales.
En el imponente marco de la Biblioteca nacional, en un auditorio Jorge Luis Borges colmado de escritores, editores, libreros, integrantes de la embajada de Portugal en la Argentina y funcionarios de la Secretaría de Cultura porteña y del ministerio de Cultura de la Nación, la Fundación El Libro presentó ayer la edición 48º que se realizará en el predio de La Rural y buscará, aún con las limitaciones de un contexto inflacionario, garantizar un buen nivel de ventas, convocar a miles de lectores de todo el país y oficiar de foro de ideas y voces diversas.
En un discurso en el que hilvanó autores como Eduardo Berti y Macedonio Fernández, el director de la Fundación El Libro, Ezequiel Martínez, advirtió que la organización de semejante evento tiene sentido solo para honrar a su destinatario. Lo hizo, con un guiño, a la elección de Martín Kohan, que fue el encargado de inaugurar la edición 2023.
“Por supuesto, como subrayó Kohan en su contundente -aunque no tan fugaz- discurso inaugural, a la figura que le da sentido a todo lo que hacemos: el lector”, sostuvo Martínez. Volvió a citar al autor de “Ciencias morales” para presentar a Liliana Heker, la autora que tendrá a cargo el discurso inaugural en 2024. Y lo hizo por medio de un vínculo más deportivo que literario: la pasión xeneize de ambos. “En esta oportunidad, el Consejo de la Fundación El Libro eligió a alguien que viste la misma camiseta. Esto ya suena a confabulación. Es más, ha admitido que su fanatismo –sobre el que ha escrito más de una vez – es anterior a la publicación de su primer cuento, a los 17 años, en una de las revistas literarias más legendarias que se hayan editado en la Argentina, El grillo de papel. Desde entonces, ha vivido en un `estado de aventura´, como define a su vocación. Entre sus títulos hay volúmenes de cuentos, ensayos y dos novelas que ya son clásicos de la narrativa argentina. Premiada y traducida, su obra está diseccionada en su libro ´La trastienda de la escritura´, una especie de autobiografía literaria donde establece su compromiso con la imaginación y con la libertad creadora”, ensayó Martínez para describir la trayectoria de Heker, reconocida cuentista, pero además, maestra de generaciones de escritores.
El director de la Fundación el Libro cerró su intervención con una cita a una de las autoras invitadas a la última Feria, la española Irene Vallejo, en un razonamiento que buscó dar cuenta de la crisis del presente. En su “Manifiesto por la lectura” la filóloga reconoce cómo en momentos de adversidad, la lectura ha sido una de las más herramientas de reconstrucción: “La lectura seguirá cuidándonos si cuidamos de ella. No puede desaparecer lo que nos salva”.
La decisión de que Lisboa sea la ciudad invitada a la próxima edición de la Feria coincide con un festejo relevante: el 25 de abril de 1974 se cumplirán 50 años de la Revolución de los Claveles, que dio fin a la dictadura que había comenzado en 1925. Lisboa se sumará a un listado de ciudades invitadas que año a año comparten con los lectores argentinos lo mejor de su producción bibliográfica y de su cultura. Santiago de Chile, Barcelona, Montevideo, Los Ángeles, Santiago de Compostela, México DF, San Pablo, Ámsterdam y La Habana fueron las protagonistas en años anteriores.
Durante su discurso, el ministro de Economía e Innovación de Lisboa, Diogo Moura, cautivó al auditorio con referencias a sus primeras horas en Buenos Aires, “una ciudad con cultura y talento a cada paso, vibrante y acogedora” y repasó las visitas a librerías, un paseo por La Boca y la pizza en Güerrín. Después, explicó por qué el lema de la presencia de Lisboa en la Feria será la idea de “inspiración”: “Lisboa es conocida por estar ligada a la literatura. Hay muchos autores que nacieron allí, que vivieron o eligieron vivir allí, y que describen la geografía y las experiencias en la ciudad de Lisboa. La llamamos la ciudad de la inspiración porque allí -decimos- apetece escribir, traducir, editar y leer”. Moura, en su rol de ministro de Economía, repasó las cifras publicadas la semana pasada por la Asociación Portuguesa de Editores y Libreros: “Son muy alentadoras, sobre todo cuando se confirma que son los jóvenes quienes están impulsando el sector, decisivo en el mayor aumento del volumen de negocios de los últimos 15 años. La consolidación y el crecimiento del sector del libro son esenciales en las actividades económicas vinculadas a la cultura”. El representante de Lisboa presentó para el auditorio una muestra de la cultura de su ciudad al dar paso a un breve show de José Manuel Neto, uno de los maestros de la guitarra portuguesa.
Después, fue el turno del secretario de Cultura porteño, Enrique Avogadro, quien definió la Feria como “ese laberinto borgeano donde millones de lectores hacen sus propios recorridos, escuchando y descubriendo nuevos talentos, conociendo el trabajo que realizan las editoriales”. Tras un repaso de las principales políticas de su área para promover la lectura y facilitar el acceso a los libros, Avogadro saludó a Santiago de Chile e hizo una especial mención al reciente aniversario por “los 50 años de aquella dictadura sangrienta”, una línea deliberada que puede leerse como cierto posicionamiento en el marco del debate coyuntural que se da en plena campaña electoral, en pleno resurgimiento de discursos negacionistas. Al terminar su mensaje, resaltó el rol democrático la cultura, en plena “crisis de sentido”: “Tanto en términos simbólicos como económicos, la cultura fue siempre protagonista de la reconstrucción social. Lo hizo en el ’83, con una explosión expresiva en todas las disciplinas que contribuyó a fortalecer la democracia, recomponer la memoria y expandir las libertades individuales y colectivas. Lo hizo en 2001, ocupando un rol central en la reconstrucción del entramado social y económico, generando espacios de encuentro, de autogestión y de formación como los centros culturales y las bibliotecas populares, y abriendo lugares para que nuevos artistas independientes pudieran trabajar y llegar a más personas. Y lo está haciendo ahora también”.
El presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, retomó la lógica xeneize para dar cuenta del éxito de la última edición de la Feria: “Convocamos a 20 estadios de Boca completos”. Especialista en la obra de Borges, Vaccaro le recordó al auditorio los orígenes portugueses del escritor, un dato que aportó para dar cuenta de que los lazos entre ambas culturas son preexistentes. Celebró el plan “Leyendo” que coordina Ignacio Iraola y saludó la colaboración Tristán Bauer y Avogadro: “Aquí no hay grieta. Va mi abrazo fraternal a ambos”. Reclamó, también a ambos espacios, que se considere y se atienda “el tema del IVA para las librerías”: “Ni el oficialismo ni la oposición han estado a la altura de subsanar ese gravísimo error”.
Con 1.245.000 visitantes, la última edición de la Feria demostró tras los años pandémicos su potencia convocante y su centralidad como hito cultural que aglutina públicos diversos que van desde escritores consagrados y revelaciones hasta figuras políticas y del espectáculo devenidos autores. Según datos de la organización que buscarán ser alcanzados en la edición de 2024, durante sus 19 días abierta al público, 1.245.000 visitantes recorrieron los 41.590 metros cuadrados de exposición de la Feria, que contó con 486 expositores, 1483 sellos editoriales, la realización de 2137 actividades culturales y la visita de más de 200 autores internacionales. Además, participaron más de 1000 bibliotecas populares de toda la Argentina en una nueva edición del Programa Libro % de la Conabip, y durante las Jornadas Profesionales asistieron más de 12 mil representantes de la industria del libro.