Los legisladores porteños Facundo Del Gaiso y Cecilia Ferrero (Coalición Cívica) presentaron un proyecto de Ley para incorporar como bien integrante del patrimonio cultural porteño a la Casa de las Artes Cristina Santander (1942-2023), ubicada en la calle Junín 1321, en el barrio porteño de Recoleta.
El inmueble está en manos de la Asociación Civil Universidad del Salvador. Además, la parcela en la que se emplaza la Casa Museo Cristina Santander se encuentra catalogada con el nivel de protección cautelar.
Técnicamente, el proyecto llama a incorporar como bien integrante del patrimonio cultural, en los términos del artículo 4 inciso a de la Ley N° 1227, a la Casa de Arte Cristina Santander ubicada en la calle Junín 1321, nomenclatura catastral: circunscripción 19, sección 11, manzana 57, parcela 23.
Con respecto a la artista Santander, en el proyecto de Ley se menciona que “fue una artista consagrada que vivió apasionadamente y ocupó un lugar destacado en el panorama mundial del grabado”.
Se formó en las escuelas de Bellas Artes Manuel Belgrano y Prilidiano Pueyrredón, y estudió grabado con Aída Carballo y con Stanley Hayter en el Atelier 17 de París, Francia. Fue becaria de la Casa de Velázquez del gobierno de Francia en Madrid, experiencia que la signó durante toda su vida. Obtuvo el Gran Premio de Honor y el Municipal de Grabado en Argentina. Antes de su fallecimiento decidió legar su casa-taller a la Asociación Civil Universidad del Salvador.
En el pasado, la artista adquirió el hôtel privé a Doris María Oliva Puccio y la transformó en su vivienda, taller sala de exposiciones y en un espacio de encuentro con vartistas y gente del ámbito cultural.
El legado a El Salvador “se concretó en diciembre del año 2022”: “Comprendía el inmueble, el mobiliario y las obras de arte que contenía, con el cargo de ser destinada a Casa-Museo Cristina Santander, donde se deberán mantener las características del inmueble, los muebles y obras de arte con fines expositivos, abiertos al público para su visita. Asimismo, se podrán realizar actividades pedagógicas y actos públicos, en la medida en que no se alteren las características del ambiente y la exhibición de la obra”.
El inmueble en sí mismo es una obra de gran valor patrimonial. Fue diseñada en 1919 para el Dr. B. Pérez Avendaño y es obra del ingeniero civil y arquitecto, nacido en Uruguay, Arturo Prins (1877-1937). Su estilo es exponente del eclecticismo arquitectónico fruto de la integración del clasicismo borbónico y del neorrenacimiento italiano, que caracterizó a la arquitectura de Buenos Aires desde fines del siglo XIX hasta avanzada la primera mitad del siglo XX”, reconstruye la defensa del proyecto de Ley.
La artista en vida restauró la propiedad: “Cristina Santander valoraba el patrimonio arquitectónico y sabía que lo que se demuele es un recurso no renovable. Al adquirir esta propiedad decidió restaurarla a su estado original y potenciarla para hacer de este edificio, además de su casa, un espacio que fuera una obra de arte en sí misma”.
“La clara definición de áreas por planta del proyecto original (desvirtuada por sucesivos propietarios anteriores que le asignaron otras funciones) permitió concretar el deseo de la artista: un ámbito contenedor de sus obras, que se resuelve en planta baja (ex garaje) como espacio de exhibición; una residencia señorial en el primer y segundo piso; el taller de trabajo de la artista en el tercer piso; y el cuarto piso como un área de servicio. El proyecto de restauración se inició hacia 1985 con la adaptación de la planta baja como sala de exposición. Se ingresa a ella a partir del hall de entrada, que también da acceso al hall-palier de la vivienda. Contaba con un gran ventanal a la calle, protegido por una nueva reja que reproducía el diseño de una pequeña reja balcón existente. En ese ventanal, varios años después, Santander diseñó e hizo colocar un hermoso vitral llamado “Ipé”, realizado por el vitralista Gabriel Bouza. Se utiliza el largo muro medianero como soporte de las obras de la pintora, con una iluminación adecuada, pensada para el espacio”, reconstruyen fuentes parlamentarias.
“porque la casa-taller de Cristina Santander es uno de los edificios que no ha sido demolido del arquitecto Arturo Prins —personalidad destacada en el ámbito de la arquitectura ecléctica de la ciudad— y que además se constituyó en un polo cultural que convocaba a todo tipo de artistas consagrados y emergentes, y a teóricos y críticos de arte como Fermín Fevre o Jorge López Anaya, entre otros. Considerando, asimismo, que la Universidad del Salvador tiene como misión conservar y mantener el edificio en el estado en que fue recibido, y que además el espacio continúe siendo un lugar de formación de jóvenes creadores, en el que el arte se desarrolle en todas sus facetas, honrando su memoria y manteniendo el espíritu de búsqueda de la artista, sin olvidar que fue su lugar en el mundo”, concluyeron los impulsores del proyecto de Ley.
