Asambleas vecinales que integran la Interbarrial Buenos Aires (IBBA) realizarán este sábado 7 de octubre a las 11 una serie de “semaforazos” en distintas esquinas porteñas contra el actual Código Urbanístico. El sitio elegido para el barrio de Saavedra y alrededores será el cruce de Cabildo y Crisólogo Larralde.
“Es una propuesta de IBBA que se va a hacer en muchas de las principales esquinas de la Ciudad. Las asambleas se irán distribuyendo”, indicó a Saavedra Online José Olivo, representante de Vecinos por Saavedra, entidad que participa en la Interbarrial.
Así, en la IBBA exigen la “suspensión inmediata de permisos de obra, revisión participativa del Código Urbanístico, más verde menos cemento”.
Las otras esquinas donde habrá manifestaciones son: Cuenca y Nogoyá (Villa del Parque, Villa Santa Rita y Flores), Álvarez Thomas y Elcano (Villa Ortúzar, Chacarita y Colegiales) y Córdoba y Scalabrini Ortiz (Palermo y Villa Crespo).
El miércoles pasado se desarrolló el debate oficial de candidatos a jefe de Gobierno, transmitido por el Canal de la Ciudad. Se realizó en el estudio televisivo de Esparza y Rivadavia, en Balvanera. En la puerta integrantes de la IBBA realizaron una propuesta y entregaron un petitorio a Jorge Macri, candidato de Juntos por el Cambio.
Es el mismo texto que se entregó en mesa de entradas a autoridades de la Legislatura porteña durante una protesta de las asambleas vecinales, la cual se realizó a comienzos de septiembre.
La IBBA se lanzó en julio de este año y advirtió que el Código Urbanístico generó estas consecuencias: “El aumento exponencial del volumen constructivo y las alturas y el avance sobre los pulmones de manzana, líneas de frente y retiro. La proliferación desenfrenada de demoliciones y de construcciones que daña viviendas y afecta la identidad de los barrios y la calidad de vida de vecinos y vecinas. La ausencia de regulación estatal que deriva en la saturación de servicios públicos como electricidad, gas, cloacas, pluviales, estacionamiento, establecimientos de salud, escuelas, etc. El estallido de la explotación comercial y la saturación de usos del suelo”.
También: “El avance sobre los espacios verdes y la destrucción y pérdida del arbolado urbano necesarios para el medio ambiente, que disminuyen la ya insuficiente relación de m2 verdes por habitante. El incumplimiento y falta de actualización del Plan Urbano Ambiental”.
El comunicado manifiesta: “Desde los distintos barrios mantuvimos reuniones con legisladores y precandidatos de todas las fuerzas políticas y convocamos a funcionarios/ as porteños para exponer nuestras propuestas y pedir respuestas a los reclamos planteados. Muchos barrios presentamos, además, Proyectos de Ley para modificar el Código Urbanístico. No se trata de una simple “percepción”. Alcanza con caminar cada uno de estos barrios para observar cómo desaparecen. Los desarrollos inmobiliarios actuales no resuelven la crisis habitacional, sino que aumentan la cantidad de unidades ociosas. Se fomentan explícitamente los alquileres temporarios, el blanqueo de capitales y la renta en dólares, sin políticas reales de acceso a la vivienda. De esta forma, la especulación financiera inmobiliaria avanza de acuerdo a intereses unilaterales”.
“Por todo esto, las organizaciones vecinales de la Ciudad de Buenos Aires nos declaramos en estado de emergencia urbanística ambiental y exigimos la suspensión inmediata de otorgamiento de permisos de demolición, de certificados urbanísticos y el otorgamiento de permisos de obra nueva de más de 100m2 para construir edificios hasta revisar la norma vigente, incluyendo la opinión vinculante de sus habitantes. Este es el momento de defender nuestros barrios y nuestro derecho a decidir en qué Ciudad queremos vivir”, concluyeron.
A nivel local, entidades del barrio de Saavedra lanzaron una campaña contra la “construcción desmedida”.
Así, aseguran que el actual Código Urbanístico está “fuera de control”. “La nueva reglamentación permite construcciones de más de siete pisos incluidas las zonas inundables”.
También afirman que “no hay manzanas sin obras en el barrio”, por lo cual aseguran que traerá estas consecuencias: saturación de desagües y servicios públicos, ruidos molestos a toda hora, rajaduras y peligro de derrumbes en casas vecinas”.
“Tenemos propuestas para defender el patrimonio barrial y la calidad de vida de los vecinos”, indican en las entidades locales y piden a la ciudadanía que se sume a este reclamo contra la normativa vigente y sus consecuencias.