Luego de realizar una escultura monumental de Gustavo Cerati, que la Argentina donó a Costa Rica, el artista Martín Di Girolamo inaugura su exposición individual “La opacidad de lo evidente”, el próximo sábado a las 17 en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
En este conjunto de esculturas, el artista recrea situaciones y personas “que resultan confusamente cercanas: podemos no saber bien de quiénes se trata pero creemos haberlas visto antes” -escribe en el texto de sala Eva Grinstein- ya que son obras inspiradas en fotos, noticias, policiales o imágenes viralizadas de la actualidad.
En esta muestra, curada por Fernando Farina, Di Girolamo selecciona escenas en las que parece restituir al menos una parte de todo lo que han perdido, “es reparador y amoroso”, añade Grinstein.
Su talento de escultor reconstruye los cuerpos en esos momentos justos, en el grito, en el forcejeo, en los efectos de diversas catástrofes sobre rostros o torsos. Ahora no es posible no mirarlos.
Ofrecidos a los tiempos largos de la mirada sobre el volumen, dispuestos para el recorrido circular e incluso abiertos a nuestras posibles ganas de tocarlos. Un conjunto de historias tristes que propician nuestra empatía; una pequeña victoria.
La muestra invita a la posibilidad de estar de pie, de manera física, frente a lo que narran esas imágenes destinadas a perderse en el bombardeo cotidiano de los medios, de las redes, de internet.
Di Girolamo (1965) presentó recientemente “Siempre es hoy”, una escultura realista de dos metros de alto, del cuerpo completo del mítico músico argentino Gustavo Cerati, entregada como ofrenda al gobierno de Costa Rica, en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de su Independencia.
Previo a la entrega, el artista fue posteando en sus redes los avances de la escultura del músico, su modelado en arcilla que luego fue pasado a resina poliéster, un encargo que recibió del Ministerio de Cultura.
Di Girolamo suele realizar esculturas hiperrealistas que confronta al espectador con modelos de humanidad que actúan como espejos brutales de nuestra realidad. Una de sus series más reconocida es la de figuras dedicadas a mujeres titulada “Diosas”, supermodelos que encarnan la belleza del consumo.
Entre sus temas están el de los migrantes y las guerras, o como en el caso de “Ornella y Samo”, que se vio en Tecnópolis y muestra a un joven que carga en sus hombros a una chica, “un hombre y una mujer común”, convertidos en monumento público.
Su nueva muestra “La opacidad de lo evidente” se verá hasta el 2 de octubre en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Avenida del Libertador 8151, Ciudad de Buenos Aires, con entrada gratuita.