Con motivo de cumplirse el centenario del nacimiento de Sameer Makarius, el Museo Histórico del Cabildo conmemora su trayectoria artística con una muestra de obras relevantes, pictóricas e inéditas.
A través de su lente ha dejado un valioso aporte legado visual fotográfico de la Ciudad de Buenos Aires y de algunos lugares del país; imágenes únicas las cuales se pueden apreciar en la muestra 100 años de Sameer Makarius “Una marca en el tiempo”.
Makarius nació en 1924 en El Cairo de padre egipcio y madre alemana. Transitó su infancia y juventud en Alemania y Hungría, y más tarde vivió en Suiza y París. En 1953, a los 29 años, el artista se enamoró de Buenos Aires, ciudad en la que decidió radicarse, con su compañera de vida Eva Reiner.
Con una mirada sensible e inteligente, considerado uno de los fotógrafos históricos del país, con su cámara fotográfica durante las décadas de los 50’ y los 60’, los fines de semana se aventuraba llevando algunas cámaras, generalmente una Leica M3 y una
Rollei, para retratar las calles de Buenos Aires, una capital bulliciosa, moderna y elegante.
Instantes de ella, están registrados por la inteligente mirada de Sameer Makarius, quien pudo identificar ángulos, gestos, luces y sombras de nuestra ciudad de Buenos Aires.
Su arte cobró dimensión internacional, trascendiendo la vida cultural argentina, que ha marcado y dejado huellas en una época argentina.
La personalidad dice Sigmund Freud se marca durante los 7 primeros años de vida: quizás por eso la faceta pictórica de Sameer Makarius está marcada con el reflejo de traumas que lo acompañaron durante su vida. Los fotogramas denominados Serie Bíblica que expuso con el Grupo Otra Figuración en la Galeria Peuser en 1961, son el fiel reflejo de su personalidad expresada en esos negativos pintados a mano, copiados en blanco y negro; a los cuales les dio nombres bíblicos: quizás como reflejo de las vivencias que no pudo entender y tuvo que atravesar.
El corpus de su obra fue realizada básicamente en argentina y algunas de sus obras en Budapest, Hungría ( entre 1946 hasta 1953) donde vivió durante la guerra.
Con un valor histórico, documental y artístico inigualable, el Museo del Cabildo expone sus obras pictóricas y fotografías y en esta ocasión con ese tinte característico de un inmigrante sorprendido, nos invita a descubrir los barrios y tradiciones de la vida cotidiana de un país que lo recibió y adoptó como propio, buscando sanar los traumas vividos en su juventud entre 1930 y 1940 en Berlín.
Entre sus obras fotográficas, podemos descubrir una calle Florida que ya no existe, la vida en bares de la ciudad, la arquitectura que hoy está transformada y la vestimenta de la gente de dicha época. La relevancia e importancia de la fotografía como documento visual de tiempos pasados, es la que nos lleva a redescubrir una historia de la mano de Makarius, que de otra manera no podríamos vivirla.
Curaduría: Roberto Elissalde y Karim Makarius. Apta para todo público. Inauguración: 26 de abril 17 hs.